La Cereza Sobre el Helado

15 de Septiembre 2010

Cuando nada lo conforma (y esto es parte de mi vida)

Robo este artículo del genial blog de la Lic. Sandra Lstugarten.
Me parece muy importante darle difusión a un modelo de relación que es MUY común... y sobre todo recalcar que no se da sólo dentro de la pareja, sino que puede darse en cualquier tipo de vínculo, incluso (o quizás más frecuentemente aún) entre padres e hijos.

Los dejo con la Lic. ;)

Cuando nada lo conforma
''No fue ayer, fue desde el primer momento: haga lo que haga no quedará conforme, siempre habrá alguna diferencia, algo que reste y que no sume. Pero quizás mi deseo obstinado de recibir algún halago haga que me dedique permanentemente a permanecer aunque no me sienta bien, o quizás mi necesidad por ser aprobada por él y por sentirme amada. O la escasez de una mirada afectuosa me lleve a invertir tanto esfuerzo desatinado en cumplir al pie de la letra con esos requisitos impuestos para que las cosas salgan impecablemente prolijas".

"Mi trabajo es arduo, empiezo por imaginar como le gustaría que actúe aunque siempre de cualquier modo sé fehacientemente que aparecerá la excusa perfecta para boicotear mi trabajo, hiriendo mi susceptibilidad y quedando en falta".

"A veces pierdo la noción de la realidad y llego a plantearme si es sugestión o si mi vivencia es real. Pierdo la conciencia cuando me enajeno del motivo verdadero, además de averiar mi criterio de la realidad, imponiendo fábulas salvadoras a esa conducta que me deja sin aliento, a esas reacciones incomprensibles, a esa modalidad cruel de ataque que vence mi impulso. Y me domina dejándome tiesa y sin respuestas, despertando mi estado de alerta ante el peligro inminente".

"Busco mis culpas, indago mi conciencia para encontrarle una causa a lo injustificado. Reconsidero el mal trato porque de alguna manera confío en su percepción de las cosas y termino creyendo que soy responsable de su manera de hablarme, hasta que intento encontrar su comprensión a través del perdón, aún sin saber la razón por la que elijo seguir en el mismo lugar".

Es común la negación como mecanismo defensivo en estos esquemas de pareja, protegiéndonos de lo que no podemos escapar: la huida nos distanciaría por completo sin conformar los objetivos planeados, además de lesionar nuestra auto estima al evidenciar el fracaso.

Suelo escuchar pacientes que viven a expensas de sentirse aplaudidos a modo de recompensa, hacen cosas para ser admirados, idealizados, halagados, y cuando no lo consiguen la frustración es inmensa.

El inconformista muchas veces lidia con aquellos vestigios insatisfechos que arrastró desde la infancia experimentando un vacío extremo, aún no habiendo sido abandonado, lo ha vivido y percibido como tal. Desde ese lugar su insatisfacción se prolonga volviéndolo un demandante en forma obsesiva en pos de completar la falta.Esa superioridad que expresa no es más que un disfraz que oculta sus debilidades, solo en apariencia.

"Todo lo que has hecho está mal, no sabes hacer nada, no lo has hecho como te lo pedí, no me entiendes, no estas capacitada". La sensación que se recibe es de un boicot permanente, y aún mejorando la conducta, haciendo las cosas de la manera que el otro esperaría, nunca serán superadas ni alcanzarán las expectativas, esta situación afecta la capacidad creativa, además de la autonomía, creando una inmensa dependencia del que en su calidad de servidor vive esperando la retribución.

Es que el diagnóstico de inseguridad está presente, el complejo de inferioridad promueve esa especie de esclavitud que impide reaccionar de forma diferente, los inconformistas manejan mejor sus propias falencias cuando destruyen al otro y se aseguran de salir airosos de la situación evitando lidiar con la competencia, para la cuál posiblemente no se tienen herramientas que los impulse al triunfo.

En las parejas esto sucede más de lo que se supone, puede ser que se exacerbe en alguna etapa, o que se manifieste en períodos de stress, o tensiones inesperadas, desde lo laboral las cosas pueden mostrarse disfuncionales y la salida es sin duda encontrar el lugar donde descargar la furia. Algunas causas suelen explicar actitudes desvalorizadoras, otras suelen ser justificaciones para negar por medio de la evitación.

La descalificación es una forma disfrazada de violencia, la intensidad que tiene en cuanto al daño emocional es inmensa, muchos no saben que tienden a satisfacer el ego del inconformista.

Se proyecta el vacío experimentado instalando un nuevo modelo de pareja, donde se posee el control absoluto, y no se reconoce la responsabilidad propia.

"Empecé a sentirme incapaz para todo, hasta llegué a dudar de mi misma, la inseguridad me volvió presa de la situación y en determinado momento sentía que jamás estaría en igualdad de condiciones, aplacaba mis deseos, a veces hasta perdía el interés por lo que estaba haciendo, sabiendo que no lo conformaría de ninguna manera, exigiéndome a mi misma mayor rendimiento y entrando en estados alarmantes de estrés".

"Me invadían ciertos pensamientos que se tornaban obsesivos, calculando de manera diferente, formas en que podría haber actuado y cuál hubiese sido la adecuada, perdiendo absolutamente mi identidad".

La solución está en las manos de cada uno, siempre hay una salida, lo que sucede es que a veces la puerta que se abre no es la que elegimos.

Licenciada Sandra Lstugarten
Psicóloga - Sexóloga
sandramutch2003@yahoo.com.ar

Gracias, Sandra

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Escrito por Mariela Prandi a las 15 de Septiembre 2010 a las 02:36 PM | TrackBack
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